Laura Serrano, puja a bord del nostre vaixell per descobrir-nos el llegat del seu pare Gregorio Serrano García,
Existen tal vez héroes que a través del sufrimiento llegan a ser invulnerables, invencibles, ¿se puede atravesar el Infierno y salir vivo? Todas estas cuestiones son tratadas en el mundo filosófico de Gregorio, que canta en medio de horizontes paisajísticos que recorre tanto en época de paz, como en época de guerra. Su canto es interno y se exterioriza en una voz poética que se mimetiza a veces con el viento, con la llanura, con el agua helada de la alberca. Él, es un hombre que canta y al cantar abre las puertas de ese lado mistérico, en Gregorio hay ¿un ateo que presiente a Dios?, ¿un agnóstico que trata de descifrar el lenguaje de los infinitos? Un buscador de la Luz, a través del enfrentamiento con la muerte y lucha donde
resuena un violín del músico que nunca pudo ser.
Al conocer su poesía y encontrar su diario he comprendido el valor de la valentía y la humildad de algunos seres que nunca fueron reconocidos, ni nombrados, ni siquiera descubiertos. Yo quisiera que esto no sucediera con él, por ello fue posible que un extraño día yo encontrase su diario siendo ya mayor con mi nombre escrito en la solapa. Mi nombre garabateado de niña, sin saber que algún día siendo mayor, ese diario era un legado para mí, y contenía un mensaje que yo habría de sacar a la luz, pues él ya no existiría, él se había ido en 1990 a cantar a otros espacios su voz de vanguardista, de cosmonauta que no aspira a tumbas interplanetarias, sino a fundirse con la llanura y brotar como semilla con su corazón en flor. Para mí es un honor que estos escritos se conozcan, que su canto vibre y resuene en la poesía de nuestro tiempo, para que siga esta rueda infinita o para salir de la rueda y que no se repita más. Por lo que puede ayudar a esclarecer las mentes de los que no vivieron ese Compromiso con la luz tiempo, para aquellos que juzgan, para los que guardan rencor. Para los que siguen creyendo que existe un enemigo, en alguna parte, que es siempre nosotros mismos. Para que la consciencia despierte en ese compromiso real, sólido, inamovible, con la luz, que no es otra cosa que Amor. Puro Amor.
LAURA SERRANO